Introducción
La presencia de humedad en edificaciones no solo afecta la estética o la integridad estructural, sino que también puede tener un impacto significativo en la salud de los habitantes y en la durabilidad de los materiales. Una inspección adecuada es el primer paso para prevenir daños graves y para seleccionar la solución más eficaz. Por eso, te traigo este checklist práctico y completo para que puedas evaluar la existencia y origen de humedades en cualquier tipo de edificio, ya sea antiguo, moderno, residencial o patrimonial .
Inspección visual general
Manchas y su distribución: Observa la forma, localización y extensión de las manchas. Su patrón ayuda a identificar el tipo de humedad (capilaridad, condensación o filtración).
- Eflorescencias salinas: Busca depósitos blanquecinos (sales) en muros, especialmente en zonas bajas.
- Moho: Revisa esquinas, techos y detrás de muebles para detectar manchas negras o verdosas.
- Deterioro de materiales: Examina las capas de pintura, revoques y recubrimientos por burbujas, desprendimientos o cambios de color.
- Olor a humedad: Percibe si hay olor persistente, especialmente en espacios poco ventilados o con problemas crónicos.
- Condensación visible: Detecta gotas de agua en superficies frías, espejos o metal.
- Documentación fotográfica: Realiza un registro de las áreas afectadas para futuras comparaciones.
Humedad por capilaridad
Localización principal: Inspecciona las zonas bajas de los muros, típicamente hasta 1-1,5 metros desde el suelo.
- Patrón visual característico: Observa líneas horizontales que disminuyen con la altura.
- Presencia de sales y deterioro: Confirma la acumulación de eflorescencias y daño en el revestimiento.
- Barrera antihumedad: Verifica si existe o está deteriorada.
- Nivel freático: Considera saturación del terreno o su cercanía al nivel freático.
Humedad por condensación
Zonas de riesgo: Revisa esquinas, detrás de armarios y zonas mal ventiladas.
- Producción de vapor interior: Evalúa fuentes como cocinas, duchas o secado de ropa.
- Insuficiencia de calefacción: Observa si la calefacción es intermitente o inadecuada.
- Puentes térmicos: Identifica encuentros estructurales donde la diferencia de temperatura favorece la condensación.
- Medición humedad relativa: Usa instrumentos para detectar valores superiores al 60–70%.
Humedad por filtración lateral
Áreas críticas: Examina sótanos, plantas bajas y muros contra el terreno.
- Drenaje y presión hidrostática: Inspecciona deficiencias en drenajes y la acumulación de agua junto al edificio.
- Fisuras y grietas: Busca imperfecciones en cerramientos.
- Relación con lluvias: Observa si el problema se agrava en época de precipitaciones.
Humedad por filtración de cubierta
Techos y partes altas: Identifica manchas circulares o irregulares sobre los techos y el encuentro con muros altos.
- Estado de tejas y cubiertas: Revisa roturas, desplazamientos o mantenimiento insuficiente.
- Sumideros y evacuación: Asegúrate de que no estén obstruidos.
- Juntas y encuentros: Examina chimeneas, lucernarios y otros elementos singulares.
Herramientas y técnicas recomendadas
- Higrómetros y psicrómetros: Miden humedad relativa ambiental y en materiales.
- Termografía infrarroja: Detecta diferencias térmicas que revelan anomalías de humedad.
- Pruebas de estanqueidad: Verifica filtraciones con aplicación de agua controlada.
- Muestreos: Permiten análisis químico si es necesario.
Revisión documental
Historial del edificio: Obtén información detallada sobre el historial del edificio, incluyendo:
- Todas las reformas y trabajos de mantenimiento realizados a lo largo de los años.
- La antigüedad estimada de la estructura.
- Los materiales empleados en la construcción.
- Los hábitos de uso de ocupantes anteriores y actuales.
Esta información te proporcionará una visión precisa de la evolución y el estado general del inmueble.
Planos y memorias técnicas: Examina cuidadosamente:
- Los planos arquitectónicos, estructurales y de instalaciones del inmueble.
- Las memorias técnicas relacionadas.
Presta atención a los detalles constructivos, la distribución de espacios, las modificaciones registradas y las especificaciones técnicas para evaluar la integridad y las características del edificio.
Datos climáticos y del terreno. Considera los siguientes aspectos:
- Factores climáticos de la zona, como temperaturas habituales, precipitaciones anuales, periodos de sequía y humedad relativa.
- Condiciones del terreno, incluyendo el nivel freático, tipo de suelo, riesgos de inundación y estabilidad geotécnica.
Analizar estos aspectos permitirá valorar adecuadamente su influencia en la conservación y seguridad del inmueble.
Conclusión
Este checklist es solo la base para una inspección exhaustiva.
Cada edificación tiene sus particularidades, así que combinar la observación sistemática con la tecnología disponible es clave para un diagnóstico certero y una prevención eficaz de los daños por humedad. Recuerda: un pequeño indicio, si se ignora, puede acabar en un gran problema. ¡Inspecciona, documenta y actúa!